¡El pollo es la proteína que más nos gusta! Su valor nutritivo y su jugoso sabor convierten su carne en uno de los alimentos preferidos en casa.
Para que prepares el pollo más jugoso y sabor increíble, te invitamos a seguir estos consejos:
Marinado
Con el marinado tus alimentos adquieren un sabor único. Esto ocurre gracias a que la carne absorbe los sabores de la mezcla, se suaviza y además se mantiene jugosa.
Se recomienda que el marinado se realice por lo menos una hora antes de iniciar la cocción. Si marinas el pollo desde la noche anterior, los resultados serán mucho mejores.
Recuerda que la marinada debe permanecer en refrigeración.
Tipo de cocción
Te sugerimos seguir estas recomendaciones, dependiendo del tipo de preparación que le darás a tu pollo. En todos los casos debes usar un pollo totalmente limpio y descongelado, de preferencia que se encuentre a temperatura ambiente.
Al horno
Tiempo ideal:
1 hora (pollos de hasta 1,5 kilos)
2 horas (pollo con peso mayor a 1,6 kilos)
Condimenta el pollo por dentro y por fuera según la receta. Una vez listo, coloca una capa de aceite vegetal o mantequilla sobre todo el pollo. Precalienta el horno a 180ºC y mete el pollo sobre un recipiente con rejilla.
La rejilla evitará que el pollo se pegue a la bandeja de horneado y permitirá que el ave expulse sus jugos. Cada cierto tiempo toma el jugo del recipiente y baña al pollo.
Para saber si el pollo está listo tendrás que pincharlo con un tenedor o cuchillo en las partes más carnosas. Si al pinchar aparece un líquido claro, el pollo está listo. Si al contrario, los jugos todavía tienen un tono rosado, deberás hornearlo un poco más.
El tiempo dependerá del horno de cada hogar.
A la sartén
Tiempo ideal:
12 minutos
La presa que mejor queda preparada en una sartén es la pechuga.
Una vez que la limpies de grasa y otros residuos, debes sazonar bien las pechugas o marinarlas. Calienta una sartén antiadherente con aceite.
Fríe a fuego alto medio las pechugas un minuto por cada lado. Por último baja el fuego y termina la cocción con la sartén tapada por 10 minutos más.
A la brasa
Tiempo ideal:
1 hora (pollos de hasta 1,5 kilos)
2 horas (pollo con peso mayor a 1,6 kilos).
Si deshuesas el ave, sus jugos escaparán por los espacios en donde se encontraban los huesos y por los lugares donde realizaste cortes.
El pollo debe colocarse sobre la parrilla con la piel para arriba. Faltando pocos minutos para finalizar el asado, da la vuelta al pollo con la piel sobre las llamas para obtener una textura crujiente y un color doradito.
Para saber si el pollo está listo, clava un cuchillo hasta el hueso y fíjate si aún desprende jugos de tono rosa. Si este es el caso, el pollo necesita más tiempo a la brasa. Si el jugo es de tono claro, está listo. Por el contrario, si no notas jugosidad, la carne estará seca ya que ha pasado su punto de cocción.
El tiempo de cocción dependerá de cada presa.
Tiempo de reposo
Al terminar el tiempo de cocción, sea cual sea la técnica, tendrás que dejar que el pollo repose por 10 minutos en la costa y 5 minutos en la sierra. Este será el secreto para mantener su carne rica y jugosa.
Si cortas el pollo inmediatamente después de la cocción, este perderá sus jugos, mientras que al enfriarse durante este tiempo de espera, su carne los volverá a absorber.
Sigue estos consejos y consigue las presas de pollo más jugosas, con un sabor inigualable, una textura crujiente y un color doradito como te gusta.
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